Hace 13 años no sabía lo que era querer a un animal, te vi de casualidad en el Facebook que te habían encontrado en una fábrica abandonada nada más nacer y me conquistaste el corazón, en ese mismo instante supe que tenia que adoptarte y no me lo pensé. Cuando llegaste a mi vida con tus miedos me cambiaste la vida, solo estábamos tú y yo aprendiendo la una de la otra hasta que llegó Nerea, desde el primer momento le diste amor durante toda tu vida, has sido nuestra guardiana, has estado en los momentos difíciles y fáciles, has viajado y has sido la perra más feliz del mundo. Tu ida ha sido lo más difícil a lo que nos hemos enfrentado, pero nos hemos quedado con los buenos momentos y ahí donde estés espero que sigas siendo la perra con la vitalidad que tenías hasta el último día. Desde aquí no te olvidamos y solamente puedo darte las gracias por todo, por enseñarme a querer y valorar el tiempo junto a ti. La vida sin ti no es lo mismo, desde aquí mamá te quiere y no te olvida


