Para nosotros era el Rey de la casa, él tenía su Trono, que es la parte del sofá, que era únicamente de él, nadie se podía sentar ahí. Por eso le llamábamos El Trono del Rey, El Waso y nos reíamos. La foto conmigo un día antes de morir. Fue recogido en Francia de un aparcamiento abandonado, no llegaba al año, y siempre fue muy activo y espabilado y consentido y mimado también.
Gracias por todo