“Ahora ya volvéis a estar juntos allá arriba. Mady siempre te cuidó mucho y mira que tú no la dejabas en paz muchas veces :). Pau no paró hasta que fuimos a la protectora hace ya 14 años para adoptar a un perrito. Recuerdo que estaban todos ahí ladrando y tú ahí callado, lleno de heriditas, mirándonos con cara de ángel, lo tuvimos claro enseguida. Luego resultó que eras muy movido, por eso te llamamos “spiri” o “spidi” en realidad tenías como dos nombres igual que tus dos personalidades, el perro con cara de ángel pero también nuestro pequeño leoncito por la fuerza y el carácter de líder que tenías.
El otro día leí algo muy cierto “las personas te pueden romper el corazón muchas veces, pero los animales que amas solo una, cuando deja de latir el suyo”.
Sempre formaràs part de la nostra familia amor meu.
Muchas gracias por compartir vuestras vidas con nosotros.”