Escribo estas palabras desde un dolor tan inmenso en mi alma que no sé si algo tendrá sentido…
Estás encima de mi pecho y me parece absurdo escribir esto, despidiéndome de ti.
Estoy rota de dolor porque te me vas y necesito que estes conmigo cada día, y a cada momento, necesito sentir tu respiración y tus ladridos cuando tocan al timbre.
Que injusto que te tengas que ir porque seres como tú deberían ser eternos, aunque para mi siempre lo serás.
Me has enseñado tanto y has llenado tanto nuestras vidas de amor y buenos momentos que solo siento rabia, impotencia y dolor porque ya se acabe esto…
Recuerdo la primera vez que te vi, llegué a casa y vi una bolita negra en el sofá a la que Dani acariciaba y lo primero que pensé “¿de quien es?”
Cuando supe que estabas allí para quedarte en nuestras vidas llore lloré y lloré!
Recuerdo el día que te quedaste subido en el sofá y te hiciste pipí porque no podías bajar, de lo pequeñito que eras…tantos momentos, tantas cosas bonitas, tantos viajes a la playa, llorando en el coche durante una hora!! Y el papa y yo escuchando música para ver si te relajabas, y probando de llevarte encima de mi almohada para ver si te era más cómodo…
Aix mi niño, estás aquí y ya te echo de menos…y te lloro, te lloro y te lloro. Mi mente entiende que necesitas descansar e irte ya, pero mi corazón se resiste a dejarte ir.
¿Como se supera la pérdida de alguien que debería ser eterno?
Por favor espérame allí donde estés para poder estar juntos otra vez…
Te querré por siempre Odín❤