Ceguera en perros | Motivos y consejos sobre cómo cuidarlos

La ceguera en perros es un problema que presentan nuestros peludos más frecuentemente de lo que te imaginas. Hay distintos tipos (parcial, total, de los dos ojos…) y además puede ser propia de la edad (progresiva) o congénita por otras causas.

Ahora bien, si quieres saber más acerca de la ceguera en perros, sigue leyendo, que te contamos todo lo que necesitas saber.

¿Por qué se produce la ceguera en perros?

Como decimos, hay muchos casos de ceguera en perros producidos por distintos motivos, desde una enfermedad hasta un accidente. 

Precisamente por las muchas causas que pueden provocar a tu peludo la ceguera, lo mejor es que acudas al veterinario para que le realicen una evaluación adecuada. Piensa que hay algunas enfermedades endémicas, como la leishmania, que pueden provocarla. No obstante, las más habituales son:

  • Diabetes: esta enfermedad es muy común en los perritos. De hecho, la sufren 1 de cada diez perros, y el 75% de los perrillos diabéticos, al final se quedan ciegos. Los perros afectados suelen perder su visión más o menos a los 6 meses de haber sido diagnosticados, es un proceso rápido.
  • Glaucoma: puede ser una afección dolorosa que provoca presión en uno o en los dos ojos. Aunque el glaucoma se puede tratar cuando se detecta temprano, sin un tratamiento adecuado, hace que el perro pierda la visión tarde o temprano.
  • Cataratas: son muy comunes tanto en humanos como en mascotas. Las cataratas forman una película turbia sobre el ojo. Crecen lentamente y se pueden tratar, pero si no se tratan correctamente provocarán la pérdida de la visión.
  • Atrofia progresiva de la retina (ARP): la ARP es una afección hereditaria en la que las células de la retina se deterioran y causan ceguera. Aunque no es doloroso, afecta a los dos ojos. Es degenerativa y no tiene cura, aunque con medicamentos es posible ralentizar el proceso.

¿Cómo cuidar a un perrito ciego?

Desde Cel amic te queremos dar algunos consejos para cuidar a tu perrito ciego. Con ellos, sin duda, su calidad de vida será un poquito mejor. Y no te quepa duda de que tu perrito puede hacer una vida completamente normal.

Eso sí, debes tomar precauciones concretas con un perro ciego.

Por ejemplo, trata de no ponerle obstáculos cuando vaya a comer o a acostarse. Todos los obstáculos que encuentre solo le servirán para poder hacerse daño. 

Otra buena práctica es que, cuando salga de paseo, hagas lo mismo. Que vayas por lugares donde no haya muchos obstáculos o cosas que le puedan molestar al andar. Ve siempre al mismo sitio, para que se acostumbre al recorrido y pueda reconocer sus olores.

Cuando esté en casa, no le dejes entrar a zonas como la cocina o el balcón, donde puede haber peligros para él. Tampoco le dejes subir a la cama o al sofá, podría caerse y hacerse daño.

Como ves, cuidar de un perro ciego no es muy difícil, solo tienes que tener un poco más de cuidado para que su vida sea más sencilla.