Kira, la gata más bonita y buena que hemos conocido, fuiste ese respiro en mi miedo, ese rayo de luz que te calienta, nos ganaste en muy poco tiempo con tu amor tan puro, siempre encima, siempre pidiendo mimos, y siempre los había para ti, te los merecías.
Echaremos de menos que nos busques, que duermas con nosotros, incluso las bolas de pelo.
Ahora puedes descansar y nos dejas una gran huella que nunca se borrará.
Gracias por haber sido tan fuerte, tan buena y tan amorosa, eres la mejor, brilla muy fuerte pequeña guerrera.