Gadi, mi princesa, hace un mes tuve que decirte, adiós. Te fuiste, como eras .. sin hacer ruido, sin dar trabajo, acurrucada como cada día a tu muñeco. Ahora soy yo la que duermo junto a él. No sabes,  el vacío y lo rota que me has dejado.
Duele, duele tanto no tenerte en los pies de la cama, no escuchar tus ladridos después de un ruido, no tenerte al lado cuando salgo a la calle, no ver tus ojos por debajo de la mesa, ni tenerte estirada en la alfombra al salir de la ducha. Pero és que cada rincón, cada gesto me recuerda a ti.
Y es que ahora ya no recordaba la vida sin ti y estoy aprendiendo a ser sin ti.
Has sido el regalo más bonito que me dió la vida durante casi 12 años. Desde el día que te fuimos a buscar en moto ya no soy la misma: me has enseñado el amor incondicional, has sido mi mayor apoyo y me has hecho mejor persona.  También me has abierto el corazon por los animales.
Has sido el ser más especial y única que he conocido.
Has sido el ser más especial y única que he conocido.
Ahora porfavor espérame! Pero mientras sigue molestando a la Nela, paseando por el arcoiris con el papá y jugando con el Pol.  Ellos cuidarán de ti.
Espero a ver estado a la altura  porque jamás podré agradecerte el amor que dabas a mí y a quien te conocía.
A cada una de las personas que la habéis querido tanto: GRACIAS!
Y gracias pequeña por haber compartido tu vida conmigo.
Mi princesa, mi gorda te amaré por SIEMPRE ♾️